Casting de Arthur Dayne.

Todo lo que quería era traer la paz al reino nuevamente, todo lo que buscaba era poder restaurar lo que la locura de mi padre había destrozado. Es la razón por la que había organizado un torneo en la que pudiera organizar a todos los señores de poniente que pudiera conseguir suficiente apoyo para lograr derrocar a mi padre del trono y así traer la paz a poniente nuevamente. Sin embargo algo inesperado había ocurrido durante ese torneo. Ya que aunque logre vencer a todos mis oponentes y Salí victorioso del torneo lo que hice a continuación, prácticamente me costó muchos de los aliados que estaba buscando. Una mujer muy hermosa, la más hermosa que he visto jamás se presentó al torneo. Esta mujer que vi, era nada menos que Lyanna Stark, la hija del señor de invernalia.
Realmente no sé porque lo hice pero simplemente no pude resistirme, al salir indemne del torneo, le entregue la corona de reina del amor y la belleza a aquella bellísima mujer. Obviamente ese acto ocasiono que me ganara de enemigo tanto al señor del norte y sus hijos como al señor de las tierras de la tormenta, que era nada menos que el prometido de la mujer a la que alabado. Sin duda fue algo muy impropio de mi parte y prácticamente ocasiono que perdiera a dos valiosos y poderosos aliados. Sin embargo aun así, no me arrepiento de mi decisión. Después de aquello y de una larga serie de acontecimientos, conocí de una manera mejor a Lyanna y esa visión de hermosura que vi en ella, se transformó en un amor profundo hacia ella. Sé que soy un hombre casado y realmente nunca fue mi intención engañar a mi esposa pero es que a pesar de que le tenía un gran cariño, yo no amaba a mi esposa, eso había sido simplemente un matrimonio por conveniencia que mi padre había arreglado por mí. Mientras que con Lyanna, por primera vez en mi vida sentía que había podido elegir por mi mismo ha quien amar…

Lyanna y yo habíamos escapado juntos hacia Dorne donde por aunque sea un tiempo nos alejáramos de los problemas del resto del mundo. Sin embargo tarde o temprano la realidad te golpea de nuevo y lamentablemente uno tiene que lidiar con ella. Lo que había comenzado como un movimiento contra mi padre se había salido de control. Había recibido noticias de que los hermanos de Lyanna habían sido ejecutados por mi padre y ahora todo el norte, literalmente todo el norte, incluyendo el valle, los ríos y las tierras de la tormenta, buscaban marchar no solo contra mi padre si no contra todos los Targaryen, lo que significaba que mi familia estaba en grave riesgo. Debía tener que lidiar con esto; Realmente no quería tener que enfrentarme a la familia de mi amada, a lord Arryn e inclusive Robert Baratheon, ya que a pesar de que este me guardaba gran rencor por lo que cree que le hice a su prometida, yo no tenía nada contra él, de hecho respetaba el lado guerrero de este, sin embargo a pesar de eso no podía permitir que nadie atentara contra mi familia sin importar quién. Así que si para proteger a los que amo tenía que conquistar a los reinos por la fuerza que así fuera. Aunque realmente más que nada, solo esperaba que toda esta pesadilla terminara lo más pronto to posible…

Aquí va el casting de nuevo...

La locura de mi padre debe llegar a su fin, si no hago algo pronto, esta situación solo se agravara y empeora. Los siete reinos podrían colapsar. Es por eso que habia organizado un torneo en Harrenhal, para poder reunir la mayor cantidad de lores y señores que pudiera organizar. El torneo fue un completo éxito en un principio, sin embargo a mediados del torneo un misterioso caballero apareció, ganando algunas peleas. Aunque misteriosamente poco después este mismo caballero se habia escapado del torneo y temiendo que fuera un espía de mi padre o de sus aliados le seguí el rastro; Debo decir que lo que no me arrepiento de nada de haber hecho esa persecución, ya que fue ahí donde conocí a la mujer de la que posteriormente me enamore. Nombrar reina del amor y la belleza a esta misma mujer es posible que fuera algo impulsivo de mi parte, ya que eso me costo cierto rechazo de parte de los star y los baratheon. También fue mi posterior relación en secreto con lyanna stark  lo que agravaría aun mas con esas casas. Supongo que mi lado dramático y melancólico a veces me traían este tipo de problemas, es un aspecto que tendría que empezar a mejorar si es que algún día planeaba gobernar.
Todo esos problemas habían hecho que me ganara de enemigo al señor de las tierras de la tormenta, Robert baratheon. Ya no solo tenia que lidiar con mi padre, si no ahora también con ese bravo guerrero, un guerrero que de llegar a encontrármelo en batalla tendría que ser muy cauteloso con el.

Y justo cuando pensaba que las cosas no podrían ir a peor, recibí noticias de que mi padre habia ejecutado al señor del norte y a su hijo. Vaya! la cosa que habia tenido con Lyanna de por si habia puesto en tension a mi casa con los norteños, ahora sin duda se irían contra nosotros. Necesito conseguir la mayor cantidad de aliados que pueda si es que planeo llegar a conseguir la corona y restablecer la paz en poniente nuevamente. Sin importar lo que dijeran los demás, yo iba a desposar a Lyanna y juntos se que tendríamos en un futuro al hijo que que estaba seguro seria el príncipe que fue prometido.

Vaya pero que cambios habían sucedido en los últimos años, parecía que fue ayer cuando decidí dejar mi hogar en Campoestrella para unirme a la guardia real. Había dejado atrás a mis dos queridas hermanas que tanto amo y mi querido sobrino, que seguramente algún día seria un gran caballero. Apenas hace unos pocos años, mis hombres y yo habíamos ido a acabar con la hermandad del bosque real que por un largo tiempo habían acechado y aterrorizado a varias personas, entre ellos a nobles de importancia como Lord Sumner y Jeyne Swann. A pesar de que al principio los lugareños estaban del lado de estos rufianes, ya que creían que estos eran los únicos que atendían sus necesidades y derechos, al final con tras ayudar en la peticiones y necesidades del pueblo logramos acabar con Simon Toyne y su banda de rufianes, logrando restaurar la paz por esos lares.
Sin embargo ahora la situación del reino se habia puesto mucho peor, pues ahora no solo enfrentábamos a unos cuantos bandidos organizados si no que nos enfrentábamos a una posible gran rebelión de parte del mismo señor de las tierras de las tormentas. Y gracias a que el rey Aerys habia ejecutado al señor del norte y a su primogénito  y que estos creen que Rhaegar secuestro a Lyanna, era muy probable que también tuviéramos a todo el norte en nuestra contra.

Yo sabia que la intenciones de mi buen amigo Rhaegar desde un principio fueron muy nobles. Sin embargo el haberse escapado con la chica del norte solo dificultó en una gran medida su plan para tomar la corona.
Entiendo las razones por las que huyó con la chica norteña y daría hasta mi último aliento por protegerla y seguir la ultima orden que mi amigo Rhaegar me dio. Sólo que cuando se trata de la política y mas sobre todo de la guerra, no se puede pensar con el corazón sino con la cabeza. A veces uno tiene que dejar atrás a los que amas para cumplir con tu deber y eso era lo que esperaba que hiciera Rhaegar, o al menos lo que trate de entablar con el antes de que se fuera. Me hubiera gustado el haberlo podido acompañar, sin embargo Rhaegar quería que su amada fuera resguardada y protegida por los mejores, por lo que opto por dejarme aquí.

Ahora solo esperaba que las coas empezaran a irse mejorando antes de que continuaran empeorando. Por que tarde o temprano lo único que de verdad gobernaría los siete reinos sería el caos...